Un anillo de compromiso que gira en espiral, símbolo de lo eterno y del crecimiento constante en una relación.
En el centro, una aventurina verde: color de la esperanza. Para ellos, la esperanza no es una idea abstracta, sino una presencia real. Cuentan que cuando todo parecía tambalearse, siempre aparecía en su casa un "insecto esperanza" y desde entonces es el símbolo de esta pareja.